Juan Manuel Olsina. Voz, Corazón y pasión tanguera.

Aunque radicado en Buenos Aires desde hace más de 20 años, en cada presentación o entrevista, recuerda sus orígenes:

Nací en Trelew, Pero a los diez minutos me llevaron a Playa Unión, (por eso siempre digo que soy de Playa) Aunque ya llevo más tiempo vivido en Buenos Aires que en mi querida Playa Unión.

 Es uno de los grandes exponentes que ha dado nuestra provincia de la generación de jóvenes tangueros, o al menos de los sub-40, y es un convencido de que el estudio es primordial a la hora de desarrollar una carrera, para poder conservar la voz durante muchos años.

Estudié dos años en la Escuela de Valeria Lynch (con Norberto Mazza), interpretación y repertorio con Horacio Acosta (a quién conocí en el mítico bar "El Chino" de Pompeya) y con Héctor Vennera, (con quién empecé a hacer mis primeras canciones, un gran músico, un creador.) también estudie con Patricia Pelayes y Leticia Turbay,  aprendí y me fui desarrollando con mis maestras y maestros, pero yo me hice cantor cuando conocí al MAESTRO -así con mayúsculas- Oscar del Río, con quien aprendí a colocar la voz, a interpretar, a estudiar, a decir correctamente, sin Oscar no hubiese llegado a lo que soy, él fue como un padre además de un Maestro, lo extraño mucho.

 Juan Manuel tiene alrededor de 80 tangos escritos y seis producciones discográficas, “Vivir Tango” (2005), “Eterna Madrugada” (2007), con todas canciones de su autoría, “Pasión” (2008) y “Tiempos distintos” (2013) también conformado íntegramente por composiciones suyas, "Tango en vivo" (2014) y "En la piel de un bar" (2017) también con temas de su autoría. En la actualidad se encuentra en producción el séptimo disco.

También ha explorado su vena literaria con “Eterna madrugada”, su primer libro que condensa letras de canciones, poesía y cuentos. Es una continuación del trabajo discográfico homónimo.

El libro habla de Romances, desencuentros, el barrio, los bares, mujeres perdidas, amigos y un sinfín de historias que pintan el paisaje de una vida vivida de noche. Un viaje a un apasionante lugar lleno de sorpresas que nunca se termina de conocer. Un viaje al corazón de una pasión llamada tango, -Reza su descripción en el sitio web- "Todo nace y muere en un instante. En segundos todo puede cambiar. Corazones equilibristas de cornisas, realidades que hacen tanto mal, mentiras tratando de maquillar una eterna madrugada que no para de sangrar."

Además de lo artístico, sos periodista deportivo.

Sí, es una actividad en la que incursiono por momentos, ya sea en radios haciendo entrevistas o como columnista, o haciendo notas para algún canal, a modo de colaborador.

Estudie periodismo deportivo en la ESED. Si no fuese cantante seguramente estaría ligado al espectáculo, al arte en general,  haciendo entrevistas, escribiendo artículos relacionados con la música. El deporte también es mi pasión pero en un segundo plano. Soy muy fanático del deporte como espectador.

 Y como fanático no podía faltar el homenaje a Maradona en ritmo de dos por cuatro: “Diego eterno” es el tango de su autoría con el que profesa su profunda admiración por el astro de la pelota. Se lo ha podido ver – y oír- en algún escenario haciendo jueguitos con un balón entonando al mismo tiempo “…es el mago de la zurda, que la patria engardeló…Con sus toques, sus gambetas, su coraje y su pasión”.

 ¿Cómo te definís como artista? 

 Alguien que siempre ha sido y es sincero, conmigo y con el público, alguien pasional,  que deja todo cada vez que se sube a un escenario y que se muestra tal cual es, abajo como arriba del mismo. En mis discos y en mi libro se resume lo que soy, ahí está todo.

¿Tenés algún tango preferido, o  que signifique algo especial?

Tengo dos tangos preferidos: cantado es "Pasional" (Soto y Caldara) y el otro, en su versión instrumental, es para mí la canción mas maravillosa que existe, que es "Adiós Nonino" de Astor Piazzolla.

¿Y alguna presentación que recuerdes con especial cariño?

Varias, que me han marcado, inolvidables por muchos motivos, es muy difícil elegir una sola, sobre todo cuando uno mira el camino recorrido y agradece haber transitado momentos imborrables. Me quedo con dos, cuando canté en el mítico Luna Park, abriendo el homenaje a Hugo Del Carril y con trasmisión en vivo por Crónica TV para todo el país, y también cuando canté por primera vez el Himno Nacional en una pelea internacional de boxeo, del gran campeón Omar "Huracán" Narváez, a capella y ante seis mil almas, la noche en que superó el record de defensas de Monzón, ante Rayonta Whitfield en el palacio aurinegro en Madryn.

 ¿Cómo te preparás para encarar una presentación?

Cuidándome la voz los días previos, y calentando "la gola" antes de subir al escenario. Armo el repertorio de acuerdo al lugar y duración de la presentación; y siempre, para mi, lo más importante es probar sonido antes y dejar todo listo para el show. 

La mayor satisfacción es el ida y vuelta con el público, esa emoción a flor de piel, ya sean risas o lágrimas. Ahí está todo, el cariño de la gente, tocar el alma de las personas con canciones. El arte humaniza. 

Para sus presentaciones en vivo ha conformado un equipo que se complementa a la perfección con tres guitarristas, y así, entre acordes y melodías de los clásicos: Afiches, Naranjo en flor…Pasional…el público va pidiendo cada vez con más frecuencia, los temas de su autoría, más adaptados a nuestros tiempos, pero sin perder la esencia.

Es que si bien sus letras abundan en vocablos lunfardos y alegorías arrabaleras, Olsina va más allá de la temática tanguera por antonomasia, y de los ribetes más desdeñables de los primeros poemas de los años 20: El machista y misógino. Por el contrario, asoma un artista de una sensibilidad extraordinaria, y un profundo respeto hacia la mujer, además de su manifiesta personalidad “familiera”: Así lo demuestran el reciente “Porteñita mía” dedicado a su pequeña hija y “Abuela”, un vals que ha llegado con diferentes versiones a varios países de Latinoamérica.

 Es una gran satisfacción y orgullo que un homenaje a mi querida abuela haya ido tan lejos, y siga viajando a través de los corazones de todos aquellos que se emocionan al escucharla.

 Hace ya bastante tiempo pudiste desarrollar una carrera profesional, es decir, el sueño de muchos: vivir de la música. No fue un camino fácil.  ¿Cuál es el mensaje que dejarías para quien tiene el sueño de cantar, y lo ha relegado por diversos motivos?

Que nunca hay que dejar de lado las cosas que te hacen feliz, siempre hay un momento para hacer lo que te gusta, ya sea en forma profesional o por gusto. Cantá, cantar hace bien.

Los premios son mimos, pero soy consciente de que pertenecer a determinada industria o sello, o ámbito de privilegio, te acerca a la distinción. Ser independiente te da libertad pero también te aleja de todo eso. ¿Como van a destacar algo que no conocen o no pertenece a sus filas? Los que manejan "el negocio" tienen su quintita armada y es muy cerrado todo ese ámbito. Mi mayor reconocimiento se da a través de lo que generan mis canciones en la gente, eso me hace feliz, me gratifica y mucho!

 ¿Qué cosas o personas te inspiran?

Mi mayor inspiración nace, más allá de las cosas vividas o he visto pasar, de los libros, las canciones y las películas. Tengo varios referentes que me marcaron desde mi infancia hasta hoy, conviven, abrazados: mis viejos, Fito, Charly, Gardel, Calamaro, Spinetta, Ivan Noble, Manzi, Sabina, Sandro, Rodrigo, Jorge Serrano, Maradona, Yupanqui, Goyeneche y la lista sigue. Y más de grande, con respecto a la voz, no paso una semana sin escuchar a Pavarotti, Sinatra, Gardel, Freddy Mercury y Mercedes Sosa.

Escucho mucho y variado, boleros, rock nacional, jazz, tango y a veces, de a ratos, folclore o cuarteto. Depende el estado de ánimo, la circunstancia. 

 ¿Cómo sobrellevás esta situación de aislamiento y qué expectativas tenés para el futuro cercano?

Cuando empezó éste aislamiento, yo había empezado a grabar mi nuevo disco, así que me la paso corrigiendo textos, haciendo músicas (cuando la inspiración aparece), leyendo libros, escuchando discos, y jugando mucho con mi hija Mercedes. Hice algunos shows en vivo desde el encierro y de vez en cuando subo videos con alguna canción o algo lindo que compartir. Y en cuanto al futuro, es una gran incertidumbre, pero de lo que estoy seguro, es que nada va a ser como era, y en muchos aspectos, no sólo en lo artístico, se vienen tiempos muy difíciles, estas crisis acentúan todo, al solidario y al mezquino, acá se ve todo.

 ¿Sueños por cumplir?

Varios, uno es cantar en el Teatro Colón, con mi hija viéndome sentadita ahí cerca. Otro, es girar por el mundo y que mis canciones trasciendan las fronteras.

                 Abro y leo el correo con las respuestas a esta entrevista. Manolo apresura una disculpa por la tardanza en responder: “anduve con algunos problemas de salud, y me operaron del cuore, pero ya estoy bien, para jugar el mundial!”

                 Inevitablemente me surge la metáfora berreta: La del tanguero que ahora es más tanguero, con un tajo en el pecho. El calco del guapo sufrido, engañado y con el corazon maltrecho por amor. Como si la música que preferimos nos definiera. Nada más alejado de la realidad, y del objeto de estas entrevistas: derrumbar estereotipos. Conocer al tipo detrás del artista. Y en esa faena me aventuro a deslizar que éste es, ni más ni menos, Olsina: el de los tangos. El de los bares, el Jotabé y el habano.

Pero también es Manolo: El de la milonga, los amigos incondicionales, el mate y el fulbito.

Y es JuanMa…el de los  valses y boleros, el de sus grandes amores. El de los  destellos en la mirada cuando alza en brazos a Merceditas.

El que es capaz de salir de un picado, entrar a un bar a comer algo, y ante el convite, (también documentado) trepar al escenario y entonar "Naranjo en flor" en lompas cortos y botines de fútbol.

El tango tiene razones para ser todo eso. Y el artista que es humilde y sincero, es más artista.

Conocé más de su obra en www.juanmanuelolsina.com.ar